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En dónde nacimos? En México D.F. ¿Cómo nacimos? Fue que Dios derramo su Espíritu Santo en una pareja de novios, Eduardo Dondé y Flor Rangel, tenían como apostolado cantar en las misas dominicales con un grupo llamado JADEC (Juventud Asociada de Estudiantes Católicos) del cual Eduardo fue presidente por un tiempo. Esto se realizaba en la parroquia de Cristo Rey, ubicada en la colonia portales, éste grupo tenía como otras actividades hacer teatro, recolectar despensas para ancianos de la comunidad y dar catecismo, en esto último Flor y Eduardo comienzan su experiencia en el trabajo de niños y adolescentes. En 1979 JADEC, decide grabar un disco para lo cual invitan a niños del catecismo a participar en la grabación, después con el fin de darle un sentido más cristiano al grupo varios de ellos son invitados a vivir una Jornada de Vida Cristiana y con el mismo fin se les invita a un Cursillo de Cristiandad, al cual asisten cuatro muchachos entre ellos Eduardo, y dos meses más tarde asiste Flor. Está experiencia la motiva a seguir trabajando en el apostolado que ya tenían, pues nunca pensaron en comprometerse a fondo con Cursillos de Cristiandad, sino mejorar en su apostolado.
¿Cómo nació la idea? Con la ilusión de haber tenido un encuentro con Jesús más profundo, a raíz de cursillo y deseosos de conocerlo más comenzaron a asistir a las Ultreyas y clausuras de Cursillos de Cristiandad, en ellas escuchaban peticiones de las palancas para Jornadas, Encuentros Matrimoniales, Cursillos, etc. En estos tiempos el tema principal era la cercana celebración de los 25 años de Cursillos en México; siendo ellos catequistas tuvieron la inquietud de saber si había algún movimiento de éste tipo que se dedicara a trabajar con niños y adolescentes, aclarando su duda se enteraron que no existía. Por experiencia sabían que la Primera Comunión se quedaba en una fiesta porque al final nadie se preocupa por los niños. Fue así como comenzaron a preguntarse ¿por qué? algo tan bonito no se había hecho para niños, recordaban las vivencias que escuchaban en las clausuras en donde la mayoría coincidía en sentirse arrepentidos por no haber tenido un encuentro antes con Jesús, sino hasta esa altura de su vida, lo mismo que sentían Eduardo y Flor aún siendo jóvenes. Ellos también sentían que el cambio de niño a adolescente y de adolescente a joven son etapas muy fuertes en las que se atraviesa por problemas y es cuando más se necesita de un amigo en el cual apoyarnos y dejarnos guiar, y que mejor amigo que, Jesús. Muchas veces es inimaginable todo lo que pasa en ese tiempo sin el conocimiento de Dios como amigo; a los jóvenes y adultos, por decirlo de alguna manera se les compone su vida, pero a los niños y adolescentes se les puede prevenir. Así con la inquietud en ellos de que existiera “algo” para un seguimiento de la Primera Comunión, se dicen: “vamos a aventarnos hacer algo por los niños” y nace un sueño, hacer un movimiento para niños y adolescentes, podemos decir que desde ese momento ¡COMENZAMOS A VIVIR! |
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